martes, 20 de enero de 2009

¿QUE ES EL REIKI?

CUENTO REIKI PARA NIÑOS

Esta es la historia de una lucecita blanca, pura y brillante que tiene alas de mariposa. Vive en el Universo con cientos de miles de lucecitas blancas puras y brillantes con alas de mariposa que son sus hermanas. Estas lucecitas blancas se llaman Reiki y son mágicas. Su trabajo consiste en limpiar, curar y dar esplendor a los seres vivos que habitan en el planeta Tierra.

Para que las lucecitas Reiki lleguen hasta los humanos y les puedan ayudar a sentirse mejor, llegaron a un acuerdo con un maestro japonés llamado Sensei Usui.

Sensei Usui, era un señor muy compasivo que quería erradicar el sufrimiento de la faz de la Tierra. El deseaba con todo su corazón que no hubiera enfermedad, ni dolor, ni padecimientos.

A Sensei Usui le encantaba pasear por un monte precioso que hay en Kyoto, llamado el Monte Kurama.

Dice la leyenda que en el Monte Kurama habitan unos buenos espíritus protectores que ayudan a todo aquel que tenga el corazón puro y cuyas intenciones sean nobles y generosas.

Un buen día, Sensei Usui subió al Monte Kurama decidido a no bajar de allí hasta que no encontrara la solución para ayudar a los seres que sufren.

Se sentó al pié de un hermoso árbol y allí se quedó meditando y confiando en que el buen espíritu que habita el Monte Kurama le ayudara. Y así fue.

El Buen Espíritu comprobó que sus intenciones eran buenas y que era perseverante, paciente y sobre todo que tenía fe, ya que llevaba varios días sentado debajo del árbol sin moverse, sin comer ni beber, en estado meditativo a la espera de una respuesta. ¡Qué valeroso!

Fue entonces cuando el Buen Espíritu le habló de la existencia de las lucecitas blancas puras y brillantes con alas de mariposa. Le contó que eran muchas y mágicas y que podía ayudarle a curar a los seres sintientes que habitan en el planeta Tierra. Le dijo como contactar con ellas para que acudieran a su llamada. También le dijo que él sería el portador de esa sabiduría y que tendría que transmitirla a aquellos seres humanos de corazón puro y generoso que estuvieran dispuestos a ayudar a esas lucecitas a venir cuando se las llamara. Porque resulta que las lucecitas Reiki, necesitan venir a través de ellos, pasar por esos corazones valerosos y salir por las palmas de sus manos en forma de calorcito reconfortante.

Sensei Usui se puso muy contento y bajó a contar a sus mejores amigos la buena noticia. Curiosamente, no tenía ni hambre ni sed, a pesar de llevar varios días de ayuno. ¡Tal era la dicha y la felicidad que sentía en su corazón!

Sensei Usui no se olvidó de agradecer al Buen Espíritu del Monte Kurama la ayuda prestada y siempre que podía iba a rezar allí. Porque al Buen Espíritu le gusta charlar con todo aquel que quiera contarle sus cosas. Para eso está, es su trabajo y le encanta hacerlo… ¡Si no se aburre como una ostra!

Y esa es la historia de la Lucecita blanca pura y brillante llamada Reiki que viene a visitarte.

Y ahora cierra los ojitos y siente como Reiki, con sus alitas de mariposa va entrando por dónde ponga mis manos. No tienes que hacer nada. Solo soñar.

MERCEDES PEREZ. MAESTRA DE REIKI

Dedicado a mi sobrino Alejandro

REIKI USUI SHIKI RYOHO

REFLEXIONES SOBRE REIKI

Cuando mi Maestra de Reiki, Charo Fernández, nos puso como “deberes” el hacer una presentación como introducción a los cursos que en el futuro impartiríamos para iniciar en la técnica del Reiki, me quedé bloqueada.

En mi mente se agolparon tantos momentos, tanta información, tantas experiencias, tantos cursos, tantas búsquedas que se produjo literalmente un embotellamiento. Era evidente que aquello no fluía…

Decidí entonces, dejar la mente a un lado y hablar con el corazón o mejor dicho escuchar lo que mi corazón tenía que decir al respecto.

Sentí emoción al evocar una biografía cargada de experiencias enriquecedoras, pero con muchos momentos dolorosos… Sentí que había sufrido inútilmente por las resistencias a las que me había aferrado, por los miedos que había alimentado, por las herencias familiares y culturales que había mamado y constaté que hasta que no acepté que había venido a este planeta a experimentar y a evolucionar a través de esas experiencias, las cosas no empezaron a mejorar. Y mejoraron no por que fueran experiencias más agradables, si no porque mi actitud se modificó al dar permiso para que eso ocurriera de manera consciente.

Estoy hablando de fe, de entrega, de libre albedrío, de conocimiento, de consciencia, de responsabilidad, de amor, de felicidad… Y todas esas cosas no se hallaban tan lejos de mí como en un momento pensé… Resulta que todo era mucho más sencillo, pero cuando bajé a la Tierra me olvidé que las respuestas a todas mis preguntas estaban a salvo escondidas en lo más profundo de mi corazón. Allí estaba, dentro de mí, oculto tras capas de dolor, de sufrimiento, de miedos, lo que todos anhelamos, el AMOR con mayúsculas, esa maravillosa energía que nos conecta con el universo.

También sonreí al comprobar algunas cosas graciosas… Hubo un momento en el que la vida me dio la vuelta al calcetín y me di cuenta que había estado viviendo en el mundo del revés… Me explico… ANTES, fornicar era pecado, el sexo tabú, algo oculto y pecaminoso que nos alejaba de Dios, DESPUÉS, ya no era fornicar, se llamaba practicar Tantra para despertar esa energía sexual sagrada llamada Kundalini y cuya práctica te ponía en contacto ni más ni menos que con tu divinidad.

ANTES cuando te veías con alguien después de años que no lo hacías y que era prácticamente imposible encontrarte en aquel rincón del mundo, lo llamábamos “casualidad”, DESPUÉS, “sincronicidad”. El universo había confabulado para que aquel encuentro tuviera lugar. Probablemente hubiera algo pendiente que hacer juntos… ¡¿practicar Tantra?!...

ANTES, cuando alguien te hacía daño, (tu madre, tu pareja, un extraño), estaba claro a quién podías señalar con el dedo acusador, eran ellos los culpables de tus traumas, frustraciones y desgracias y todo el mundo estaba de acuerdo con ello. DESPUÉS, el dedo acusador se volvió hacia uno mismo y de ser agresores pasaron a ser maestros y ya no podías echarle la culpa a nadie. Resulta que hacían de “espejo” y tú estabas limpiando Karma de vidas pasadas en las que no te habías portado demasiado bien… Y encima los habías elegido tú. No era casualidad esa familia terrible que tanto te hizo sufrir, lo teníamos pactado… ¡Ah, se siente!...

ANTES cuando casualmente te encontrabas con alguien con el congeniabas pensabas lo bien que te había caído. DESPUÉS ya no era “congeniar”, era un “reconocimiento” y si no tenías bastante con la familia que habías elegido en esta reencarnación, empiezan a aparecer padres, hermanos, hijos, amigos y demás parentela de otras vidas y otras culturas.

¿Comprendéis el cambio?

Pero lo que más gracia me hizo fue el recordar unas palabras de mi madre, pedazo de maestra y pedazo de espejo que me dejaron perpleja… Acababa de terminar una iniciación de Reiki y me ofrecí gustosa a ponerle las manos en su dolorido cuello… Al sentir el calor que salía de mis manos y el bien que le hacía comentó con asombro: ¡Anda!, ¡a ver si has heredado la gracia que tenía mi padre que le traían los niños para que les pusiera las manos en la tripa y les curaba! Confieso que me sentí alagada ante la perspectiva de ser la continuadora de una saga de sanadores , pero añadió: ¡ O de mi tía María , la hermana de tu abuela, que cuando se ponían malas las burras del pueblo, la llamaban y las curaba dándoles friegas con las manos!... En este momento recibí una ducha de humildad que hasta me hizo sonreír, por que lo de ser sanadora de burras ya no tenía tanto encanto. El “glamour” se desvaneció y yo aterricé…

¿Es posible, en vista de mis antepasados, que yo eligiera el Reiki como la versión del “después”?

Bromas aparte, creo que en el fondo estamos hablando de lo mismo pero con distintas palabras y puede que con distinta vibración por el momento que nos ha tocado vivir.

Mi conclusión a lo largo de estos años de búsqueda es que todos los caminos conducen al mismo sitio si lo que te mueve es una intención pura de corazón. Llamadlo como queráis, no deja de ser una herramienta al servicio de algo mucho más grande e inmenso. Y si esa es la herramienta con la que te sientes cómodo, adelante.

Otro tema con el que me topé y que además me inquietó muchísimo, fue el enfrentarme al enjuiciamiento… “No juzguéis y no seréis juzgados”, bien, de acuerdo. Parece tan sencillo como decir: vive y deja vivir, pero los de arriba son muy listos y sus pruebas refinadas y a la medida de lo que necesitamos en cada momento y ahí estaba la mía, en pleno éxtasis por mi iniciación a la Maestría de Reiki, haciendo lo que creo correcto según los preceptos que me han transmitido los Maestros, aplicando no sin esfuerzo sus enseñanzas en un día a día complicado, cuando me entero que una persona cuya biografía aparentemente se aleja de los preceptos que hacen del reikista un canal puro por el que pase la energía, dice que hace Reiki. Confieso que fue como si esa persona hubiera profanado el templo sagrado. No daba crédito, estaba indignada y confundida. ¿Pero como osaba decir que hacía Reiki, cuando sus hechos reflejaban una falta de amor hacia el prójimo que ponía el vello de punta?¿Cómo esa boca por la que no paraban de salir disparates, agravios, palabrotas se atrevía a pronunciar la palabra Reiki?. En seguida fui consciente de que estaba juzgando, de que estaba siendo víctima de un ataque de soberbia espiritual. Lo hablé con mi marido Luis y con Charo, mi maestra y aunque en apariencia resultaba cuanto menos, chocante, me dijeron más o menos lo mismo: que nosotros no sabíamos que había detrás de todo esto, que no nos corresponde lo que ocurra con esa persona, que debemos centrarnos en nuestro camino, en actuar de acuerdo a nuestros principios y soltar esos pensamientos negativos de juicio que enturbian nuestra mente y que lo mejor es confiar en que la sabiduría que impregna todo lo que “es” actuará de la forma correcta… Se trata de dejar de controlar y confiar de una vez por todas en Dios.

Os aseguro que no es fácil y todavía me llegan pequeños ramalazos de asombro y perplejidad, (debo tener por ahí un pequeño ego justiciero que se niega a soltar el hacha). Me viene en forma de frasecita puñetera… “Las niñas buenas van al Cielo y las malas a todos lados”…”¡No es justo!”... Y es aquí donde está el fallo… ¿Qué sabemos de lo que puede ser justo o no?...La ley del Karma actúa a través del tiempo y del espacio y de una forma que no resulta fácil de comprender para nuestra mente…Una conocida mía me dijo un día algo que se me quedó grabado…“Mejor no pidas al Cielo Justicia, pide Misericordia por si acaso”.

En resumidas cuentas, centrémonos en nuestra práctica, seamos honestos con nosotros mismos y actuemos con un corazón amoroso. Esa es la llave que abre todas las puertas.

Con todo mi corazón

Mercedes Pérez

EL QI GONG Y EL REIKI DE LA MANO

Hace tiempo que comprobé que estas dos técnicas energéticas están intimamente relacionadas y que la práctica de Qi- Gong es altamente beneficiosa para que los practicantes de Reiki estén en plena forma y la energía fluya a través de ellos de forma fluida.

Considero que para que la energía fluya sin dificultad por el cuerpo físico es importante desbloquear las articulaciones.

Por ello, comenzaremos trabajando durante unos minutos las articulaciones, empezando por los tobillos y ascendiendo por orden hasta el cuello. Aprovecharemos esta técnica para recalcar la importancia de estar centrado en lo que se está haciendo, de esta forma introducimos el concepto de “meditación en acción”, (“cuando como, como”), a la vez que vamos centrando la energía del grupo.

Esta técnica de DESBLOQUEO ARTICULAR , permitirá una correcta conexión “tierra-cielo”, lo que nos beneficiará a la hora de canalizar la energía sin perder el contacto con la materia.

Nos situaremos de pie, con la planta de los pies en total contacto con el suelo y paralelos entre sí, abiertos a la altura de las caderas. Las manos se apoyaran sobre las articulaciones de las caderas con los pulgares hacia atrás y las rodillas las flexionaremos un poquito para no bloquear el paso de la energía. El pubis lo adelantaremos ligeramente para que la columna quede alineada desde la zona lumbar a la cervical y el mentón lo acercaremos un poco al esternón, sin forzar la postura pero dejando libre el flujo entre la c1 y el atlas o la base del cráneo. La postura ha de ser relajada.

La punta de la lengua quedará en contacto con el paladar superior a la altura de la raíz posterior de los dientes delanteros, con lo que conseguiremos unir los meridianos energéticos principales que circulan en la parte posterior y anterior del cuerpo y que ponen en contacto los tres principales centros energéticos del hombre, el chakra inferior (tierra), el del corazón (hombre) y el superior (cielo).

Es importantísimo recordar que la respiración ha de ser natural. (Si es necesario, invertir un poco de tiempo en enseñar a respirar correctamente).

La mirada ligeramente hacia abajo, los párpados relajados.

La mandíbula relajada, la boca esbozando la “sonrisa interior” (la sonrisa de Buda).

TOBILLOS

Desplazaremos el peso del cuerpo hacia el lado derecho y adelantando el pié izquierdo lo rotaremos tres veces (o múltiplos de tres para todos), en ambos sentidos dibujando círculos con la punta del pié. Repetiremos el ejercicio con el pié derecho, siempre pasando por el centro y recuperando la postura.

RODILLAS

Continuaremos por las rodillas. Juntaremos los pies, apoyaremos las palmas de las manos sobre las rodillas que están ligeramente flexionadas y realizaremos tres rotaciones en ambos sentidos con las dos rodillas al unísono. Nunca forzar, es mejor avanzar poco a poco.

LUMBARES

Llegamos a la zona pélvica. Las manos vuelven a su posición sobre las caderas y los pies paralelos y abiertos a la altura de las caderas. Las rodillas ligeramente flexionadas y la columna alineada. (Es muy importante recordar la postura básica correcta y la respiración). Ahora centraremos nuestra atención en el chakra base y trabajaremos las lumbares “dibujando” círculos con la pelvis. Para facilitar el ejercicio imaginaremos que del punto central (perineo) que existe entre el recto y la vagina en el caso de las mujeres o del escroto en el caso de los hombres, cuelga un hilo con una pesa y que con él dibujaremos círculos en diferentes planos moviendo la pelvis hacia delante, hacia atrás, hacia los lados y dibujando también “ochos” en los diferentes planos (horizontal y vertical). Cuando se dibujen los ochos en el suelo (plano horizontal), el peso cambiará de pierna alternativamente. Siempre tres veces o múltiplos de tres.

DORSALES

Volveremos a la postura inicial correcta para trabajar las dorsales. En este caso, la cadera no ha de desplazarse y dibujaremos círculos en el plano horizontal superior (como si la cabeza fuera el pelo del pincel y pintásemos en el techo) en ambos sentidos. El primer círculo mas pequeño y se va ampliando el tamaño del círculo de manera que se imita el movimiento en espiral y del círculo grande volvemos gradualmente al pequeño. Tres veces o múltiplos de tres.

HOMBROS

Llegamos a la altura de los hombros. Los brazos caen relajados en paralelo al cuerpo pero dejando un hueco o espacio de separación entre ellos que no resulte forzado (imaginar que tenemos una pelota de tenis en las axilas). Realizaremos giros con ambos hombros a la vez hacia delante y hacia atrás aprovechando para abrir el chakra del corazón por delante y por detrás. Tres veces o múltiplos de tres.

CODOS Y MUÑECAS

Con los puños cerrados realizar movimientos circulares en ambos sentidos.

CERVICALES

Llegamos a la zona cervical. Retomamos la postura inicial y muy despacio realizamos movimientos circulares en ambos planos, de menor a mayor y viceversa. Para facilitar la realización de estos ejercicios imaginaremos los siguientes pasos:

-CABEZA DE TORTUGA.- La tortuga saca la cabeza por debajo del caparazón, sube la mirada al cielo y vuelve a meter su cabeza.

-CABEZA DE GRULLA.- La grulla mira al cielo y como hace sol, bebe del lago.

-CABEZA DE PATO.- Deslizar la cabeza hacia delante y hacia atrás en el plano horizontal, imitando el movimiento de los patos. Nos fijaremos en sentir la apertura de la zona c1 y base del cráneo (almohadón de jade).

-CABEZA DE DRAGÓN.- Imaginaremos que del chakra del Tercer Ojo sale un pincel con el que dibujaremos un símbolo del infinito.

Una vez finalizado el desbloqueo, nos centraremos en la respiración y en la postura inicial posicionaremos nuestras manos sobre el segundo chakra, una sobre la otra. (Derecha sobre izquierda si es mujer y al revés si es hombre).

En este momento dirigiremos la atención a como respiramos, como entra el aire fresco por los orificios nasales, como las aletas se abren para permitir su entrada y dirigimos el aire a través de la tráquea y llenamos los pulmones completamente de arriba abajo hasta que notemos que nuestro abdomen se llena de aire puro. La espiración sigue el proceso a la inversa y con ella expulsamos todas las impurezas y malos rollos que tenemos dentro. Observamos como la temperatura del aire ahora es mas caliente. En cada inspiración metemos aire puro y limpio y en cada espiración nos liberamos de las impurezas y de los problemas que ensucian nuestros órganos internos y nuestros chakras. Visualizaremos al ritmo de la respiración nuestros chakras con sus colores correspondientes limpios y brillantes y si hay alguno sucio u oscuro, lo encenderemos como si de una bombilla se tratara. Realizar tres veces o múltiplos de tres.

Ya hemos finalizado el proceso. Ahora nos sentamos con tranquilidad para evitar la dispersión de la energía y o bien realizamos la Meditación con los Preceptos que se describe a continuación ....

Una vez finalizados los desbloqueos de las articulaciones, procederemos a realizar la Meditación propiamente dicha. Dependiendo de la experiencia y de las posibilidades físicas de los alumnos, se sentarán con la espalda erguida, bien en posición de loto o bien sentados en el borde de una silla. Evitaremos la posición tumbada para no inducir a los alumnos con tendencias soporíferas a la “Spanish Meditation”, mas conocida en el mundo entero como Siesta. Pondremos atención en la posición correcta de la espalda, los hombros, la cara y los ojos y nos centraremos en la respiración para comenzar con la meditación guiada con visualizaciones. Por supuesto que el entorno ha de ser el adecuado para ayudar a la relajación (luz, sonido, olores).